Fear of blood


Hace uuuuuu que jugué por primera ves un videojuego, cabe mencionar que soy de la generación que creció con los videojuegos, mi primer videojuego fue un Atari 2600 y de ahi en adelante pude disfrutar de la mayoria de las versiones de las consolas de Nintendo, el nacimiento del XBox (aunque de estos no tuve uno) y del Play Station. De esta ultima consola hay un videojuego en especial que me gusto mucho, no por sus gráficos (que la verdad dejaban mucho que desear), sino por el gameplay, la historia y la ambientación, pero lo que mas me gusto de este titulo fue su intro, el cual consta de una sucesión de escenas que son parte de la historia del juego, sin ser spoilers, aderezado con una pieza musical, para mi gusto muy buena, aquí les dejo el video para que lo vean, la rola es simplemente genial, el arreglo de mandolina muy bueno. Espero les guste tanto como a mi.


Mal de Ojo


Todo mundo conoce (y mas si eres heavy metal fan) la señal de los cuernitos hecha con una mano, extendiedo el indice y el meñique con el pulgar dentro, esta señal se convirtió en el emblema del heavy metal. Hasta hace unos meses mi conocimiento sobre el origen de la señal se limitaba a saber que Ronnie James Dio (R.I.P.) quien fuera sustituto de Ozzy Osbourne en Black Sabath, era quien la habia inventado cuando se unio a tan famosa agrupacion. Tiempo despues vi una entrevista a Dio y ahi le preguntan sobre el origen de la señal, este explica que es de ascendencia italiana y que esa señal la vio de su abuela, observo como la señora le hacia esa señal a algunas personas en la calle y le pregunto que era eso, a lo que ella respondio que se llamaba malocchio (que significa "Mal de ojo") y que la señal era una proteccion contra este mal o igualmente para enviarselo a alguien. Dio continua diciendo que el no invento la señal, solo la popularizo.

Toma esto Gene Simons

Lo curioso de esto es que navegando en paginas de heavy metal me tope con esta pagina:


Es una pagina creada por Dee Snider (vocalista de Twisted Sister) con la intencion de que la señal de los cuernitos vuelva a ser algo exclusivo de los metal fans, pues se dio cuenta que en estos tiempos, cualquier persona, le guste el heavy o no, utiliza esa señal indiscriminadamente y en cosas que no tienen nada que ver con el heavy. La idea es evidenciar artistas de otros generos usando esa señal enviando fotos para ser publicadas en la pagina y Dee ademas pide a los heavy fans que envien cartas reclamando a dichos artistas por el uso indebido de los cuernitos heavy. Le recomiendo que se den una vuelta por la pagina y lean el "Mission Statement", donde culpa a Bon Jovi de esto, es muy gracioso.

Probando Blogger para Android


Pues aparentemente esta app es sencilla de usar y muy funional.


Sobre heavy metal


Estaba revisando un programa que tengo en el cel, que sirve para buscar conciertos, el programa utiliza tus mp3 para hacer una lista de tus artistas favoritos, con esa info y un par de settings mas de pais, ciudad etc, puedes buscar si hay conciertos cerca dentro de un rango de millas, ademas de otras opciones.

Pues bien, trae una opcion que te recomienda artistas basandose en tus gustos, con la info obtenida de tus mp3, y en la lista de recomendaciones me aparecio Tierra Santa, y yo de 0_o ¿que no estaban separados?, total que me di a la tarea de investigar y resulta que volvieron a reunirse, con nuevo tecladista y tienen nuevo disco y andan de gira, lamentablemente solo en europa. Como sea, curiosiando en la pagina de Tierra Santa , entre a la seccion de noticias y me encontre con un escrito de Arturo Perez Reverte (un escritor español, autor del libro "La reina del sur" y de "El club Dumas", de este ultimo se basaron para la pelicula "La novena puerta" ) , (update por que algunos pensaron que era mi texto y estoy lejos de escribir asi) cito aqui dicho texto de Perez Reverte :

No soy muy aficionado a la música, excepto cuando una canción –copla, tango, bolero, corrido, cierta clase de jazz– cuenta historias. Tampoco me enganchó nunca la música metal. Me refiero a la que llamamos heavy o jevi aunque no siempre lo sea, pues ésta, que fue origen de aquélla, es hoy un subestilo más. Siempre recelé de los decibelios a tope, las guitarras atronadoras y las voces que exigen esfuerzo para enterarse de qué van. Las bases rítmicas, el intríngulis de los bajos y las cuerdas metaleros, escapan a mi oído poco selectivo. Salvo algunas excepciones, tales composiciones y letras me parecieron siempre ruido marginal y ganas de dar por saco, con toda esa parafernalia porculizante de Satán, churris, motos y puta sociedad. Incluidas, cuando se metían en jardines ideológicos, demagogia de extrema izquierda y subnormalidad profunda de extrema derecha. Etcétera.

Sin embargo, una cosa diré en mi descargo. De toda la vida me cayeron mejor esos cenutrios largando escupitajos sobre todo cristo que los triunfitos relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, tan chochidesnatadas ellas, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío. Al menos, concluí siempre, los metaleros tienen rabia y tienen huevos, y aunque a veces tengan la pinza suelta y hecha un carajal, éste suele ser de cosas, ideas, fe o cólera que les dan la brasa y los remueven, y no de cuántas plazas será el garaje de la casa que comprarán en Miami cuando triunfen y puedan decir vacuas gilipolleces en la tele como Ricky, como Paulina, como Enrique.

Pero de lo que quiero hablarles hoy es de música metal. Ocurre que en los últimos tiempos –a la vejez, viruelas– he descubierto, con sorpresa, cosas interesantes al respecto. Entre otras, que esa música se divide en innumerables parcelas donde hay de todo: absurda bazofia analfabeta y composiciones dignas de estudio y de respeto. Aunque parezca extraño y contradictorio, la palabra cultura no es ajena a una parte de ese mundo. Si uno acerca la oreja entre la maraña de voces confusas y guitarras atronadoras, a veces se tropieza con letras que abundan en referencias literarias, históricas, mitológicas y cinematográficas. Confieso que acabo de descubrir, asombrado, entre ese caos al que llamamos música metal, a grupos que han visto buen cine y leído buenos libros con pasión desaforada. Ha sido un ejercicio apasionante rastrear, entre estruendo de decibelios y voces a menudo desgarradas y confusas, historias que van de las Térmópilas a Sarajevo o Bagdad, incluyendo las Cruzadas, la conquista de América o Lepanto. Como es el caso, verbigracia, de Iron Maiden y su Alexander the Great. La mitología –Virgin Steele, por ejemplo, y su incursión en el mundo griego y precristiano– es otro punto fuerte metalero: Mesopotamia, Egipto, La Ilíada y La Odisea, el mundo romano o el ciclo artúrico. Ahí, los grupos escandinavos y anglosajones que cantan en inglés copan la vanguardia desde hace tiempo; pero es de justicia reconocer una sólida aportación española, con grupos que manejan eficazmente la fértil mitología de su tierra: Asturias, País Vasco, Cataluña o Galicia. Tampoco el cine es ajeno al asunto; las películas épicas, de terror o de ciencia ficción, La guerra de las galaxias, Blade Runner, Dune, las antiguas cintas de serie B, afloran por todas partes en las letras metaleras. Lo mismo ocurre con la literatura, desde El señor de los anillos hasta La isla del tesoro o El cantar del Cid. Todo es posible, al cabo, en una música donde el Grupo Magma canta en el idioma oficial del planeta Kobaia –que sólo ellos entienden, los jodíos– mientras otros lo hacen en las lenguas de la Tierra Media. Donde Mago de Oz alude –La cruz de Santiago– al capitán Alatriste y Avalanch a Don Pelayo. Donde los segovianos de Lujuria lo mismo ironizan sobre la hipocresía de la Iglesia católica en cuestiones sexuales que largan letras porno sobre Mozart y Salieri o relatan, épicos, la revuelta comunera de Castilla. Y es que no se trata sólo de estrambóticos macarras, de rapados marginales y suburbanos, de pavas que cantan ópera chunga con corsé gótico y casco de walkiria. Ahora sé –lamento no haberlo sabido antes– que la música metal es también un mundo rico y fascinante, camino inesperado por el que muchos jóvenes españoles se arriman hoy a la cultura que tanto imbécil oficial les niega. El grupo riojano Tierra santa es un ejemplo obvio: su balada sobre el poema La canción del Pirata consiguió lo que treinta años de reformas presuntamente educativas no han conseguido en este país de ministros basura. Que, en sus conciertos, miles de jóvenes reciten a voz en grito a Espronceda, sin saltarse una coma.

Me parecio muy interesante el punto de vista de este Señor, sobre todo deja muy claro algo que pasa mucho, las personas se dejan llevar por los prejucios sin primero escuchar y conocer para despues criticar.

El escrito lo copie de esta pagina.

 
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